Sergio Rodríguez rinde homenaje a la Patrona y hace un llamamiento a la paz y la solidaridad global

El presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, realizó la tradicional ofrenda de la Institución a la Virgen de Las Nieves con motivo del día de su onomástica y el regreso al Real Santuario tras las Fiestas Lustrales, poniendo en valor que la Patrona “nos une allí donde nos encontremos”. En su intervención, el presidente no solo rindió homenaje a la Patrona de la Isla, sino que también hizo un firme llamamiento a la paz y la solidaridad global.

En una función religiosa que da broche final a las Fiestas Lustrales, presidida por el obispo monseñor Eloy Alberto Santiago, Sergio Rodríguez destacó el hito de la Bajada como el episodio más "sentido y popular" de la Isla, que une a todos los palmeros "allí donde se encuentren".

El presidente recordó que la Lustral Bajada de la Virgen, que celebra este año su 349 aniversario, es un símbolo de la identidad de La Palma y "el lugar común que sentimos como casa y patria propias". Hizo un repaso por los momentos más emblemáticos de las fiestas, desde los desfiles y las cabalgatas hasta la elegancia del Minué y el "prodigio secreto de la transformación de hombres en enanos".

En la parte final de su ofrenda a la Patrona de la Isla, Sergio Rodríguez extendió el mensaje de fe y esperanza más allá de las fronteras de la Isla, instando a no permanecer impávidos ante las tragedias humanitarias que asolan el mundo. El presidente hizo referencia a la "tragedia de Gaza" y a otros conflictos marcados por la "guerra y el hambre, la injusticia y la inclemencia", lanzando un "grito de dolor y compromiso con los pueblos oprimidos y atacados".

El presidente del Cabildo subrayó que los palmeros, receptores de la solidaridad mundial tras la erupción volcánica, hacen bueno el mensaje de que "amor con amor se paga". 

Por eso, ahora, en este tiempo de reconstrucción, no se debe olvidar el "deber moral con los que piden seguridad para sus vidas, paz y garantías para el futuro", dijo. Concluyó su ofrenda con un renovado voto de fidelidad a la Patrona y un deseo de que su amparo guíe a los palmeros en todas las causas de concordia y progreso.