El patrón es recurrente
En las especies de oscuridad
Consumen su vida en las sombras
Y se hacen un “simpa” en claridad
Son las ocho y no he dormido
Yo me acabo de enterar
Que a quién madruga Dios le ayuda
Perdón, ya me voy. Pero a acostar.
Se ve que cerrando los ojos
A la flagrante realidad
Las lucecitas de alarma
Dejarán de parpadear
¡Estamos bien!
En libertad
Prósperos y protegidos, dignificados y unidos
Con espíritu estoico, aguerridos
Defiendo, aunque vi-partido
A mi pueblo en cuarto y mitad
Son las ocho y no he dormido
Me debería levantar
Reciclar sueños perdidos
Y a las pesadillas, hacerlas botar
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