​El Coso Infantil del Carnaval de Santa Cruz de La Palma: ¿Protagonismo de niños o adultos?

El Carnaval de Santa Cruz de La Palma es una de las festividades más esperadas del año. Entre sus eventos más entrañables, el Coso Infantil se presenta como una celebración dedicada a los más pequeños, donde el color, la alegría y la creatividad se desbordan en las calles. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un debate: ¿se está respetando verdaderamente el protagonismo infantil o los adultos han tomado demasiado protagonismo en este evento?.

El desfile infantil debería ser, como su nombre indica, un espacio para que los niños disfruten, se expresen y formen parte activa del carnaval. Es un momento en el que las escuelas, academias y grupos organizan coreografías, vestuarios y comparsas diseñadas para ellos. Sin embargo, cada vez es más frecuente ver a adultos acaparando el desfile, bien sea dirigiendo excesivamente a los niños, destacándose en los grupos o incluso teniendo más presencia que los propios menores en el espectáculo.

Esto plantea una pregunta relevante: ¿se está perdiendo la esencia del Coso Infantil? Si bien es cierto que los adultos cumplen un papel esencial en la organización y seguridad del evento, su rol debería ser el de facilitadores y no el de protagonistas. El exceso de participación adulta puede restar espacio a la espontaneidad infantil y convertir un desfile diseñado para los niños en un espectáculo más dentro de la programación del carnaval.

No se trata de excluir a los adultos, sino de reequilibrar la balanza. Tal vez sea el momento de replantear las dinámicas de participación y garantizar que los niños sean los verdaderos protagonistas del Coso Infantil, sin que su espacio sea opacado por una presencia adulta que, aunque con la mejor intención, puede alterar el propósito del evento.

En definitiva, el Carnaval de Santa Cruz de La Palma debe continuar siendo una celebración para todos, pero respetando la esencia de cada uno de sus eventos. El Coso Infantil pertenece a los niños y así debería mantenerse, con el apoyo de los adultos, pero sin que estos acaparen el escenario.