Desde la coordinación de PACMA en La Palma, se ha observado como en los últimos meses se ha incrementado el número de situaciones en que los ciudadanos han decidido denunciar casos de maltrato en la isla.
Recientemente se ha conocido a través de las redes dos casos de supuesto maltrato en los que un artista que buscaba lugares simbólicos para plasmar su obra, pudo comprobar como en dos ocasiones y en dos municipios diferentes, se repetía la esperpéntica imagen de podencos encarcelados, malnutridos y con un aspecto lamentable. También ha corrido como la pólvora en las diferentes medios de difusión el maltrato brutal de un buey en la romería de Garafía, en dichas imágenes se observa como el animal al borde del colapso y con espumarajo en su boca, no es capaz de resistir los tirones que le propina el arriero a través de su narigón.
Según Fernando Martín coordinador de PACMA, estas situaciones son un reflejo la realidad de una isla en la que bienestar animal queda siempre relegado para otra ocasión. Desde que en 2023 se constituyo el equipo de PACMA en La Palma no ha habido logros significativos en el bienestar animal. Las mejoras conseguidas han sido mínimas y siempre de la mano de iniciativas políticas singulares, muchas de las cuales no gozan con el respaldo de las diferentes corporaciones insulares.
Tenemos un Albergue comprado con fondos públicos y que se anuncio por parte del anterior grupo de gobierno como una actuación prioritaria y para la cual se había dotado de una importante cuantía, quedando todo ello en el olvido y enmarañado por un sinfín de trabas burocráticas que le impiden ver la luz.
Es vergonzoso que una isla como La Palma que ha sufrido recientemente la tragedia de un volcán, no tenga entre sus instalaciones un albergue que le posibilite evitar el espectáculo deprimente que vivimos todos los palmeros con los animales hacinados en las canchas de instituto de Los Llanos de Aridane, comenta el portavoz.
Nuestro zonas rurales siguen `pobladas de animales, básicamente podencos que ven pasar los días entre cadáveres de otros perros, sin comida y atados o encerrados en pajeros, bidones y zulos; solo esperando que el vinculo que les une a la vida, que no es otro que la mano de su maltratador, nunca se apague.
El número ridículo de agentes del SEPRONA en la isla, aumenta la sensación de impunidad del infractor.El sesenta por ciento de los perros que se encuentra en las protectoras palmeras son podencos, ocasionado un gasto importante a la administración que a su vez subvenciona a la caza, que es quien genera este problema, definitiva un contrasentido que no se entiende, salvo desde el punto de vista del rédito político.
Son muchas las romerías en las que los bueyes son maltratados, bajo lluvia o el sol y sin cumplir la Ley de bienestar animal, estos animales sufren un calvario solo para favorecer lo que se piensa que es una tradición, una tradición que de nuevo se intenta mantener para contentar a quienes mantienen en el poder a los gobernantes de la isla.
En definitiva y según Fernando Martín una isla con mucho trabajo por hacer, donde los problemas sociales aumentan día a día, con unos afectados por el volcán que no logran encontrar el camino que les devuelva la ilusión, con unos intereses que hacen de esta tragedia el mejor de los negocios. Con una isla que apuesta por simular a las demás islas del archipiélago, donde la apuesta corrupta y fracasada las han llevado a un colapso total.
La Palma puede ser un ejemplo de sostenibilidad, su extraordinaria belleza puede servir para a través del respeto a la naturaleza y la potenciación de un turismo respetuoso consigamos hacer de esta isla un modelo donde muchos palmeros quieran regresar.
Se acerca la Bajada, fiesta en la que se entrelazan nuestros recuerdos de la infancia y en la que para todos los palmeros es y será un reloj histórico. Desde PACMA como se ha propuesto a la corporación capitalina la celebración una fiesta sin maltrato, donde las actividades en las cuales se puedo poner en riesgo el bienestar animal queden desechadas.
Según conversaciones mantenidas con esta corporación y en las que se apunto la intención de que el carro alegórico y triunfal fuera tirado por bueyes, Fernando Martín ha manifestado el sufrimiento al que se sometería a los animales en pleno mes de Julio y con una multitud que agolparía la calle real de la capital.
Demandamos que el carro sea tirado por un vehículo motorizado, evitando así lo que a todas luces sería un acto cruel y de maltrato animal, finaliza el portavoz de Pacma.
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