​Capital 2. La ira, por Nieves Yurena Rodríguez Brito

Nuestra colaboradora Nieves Yurena Rodríguez Brito, nos brinda la ocasión de poder leer y disfrutar de una nueva poesía de su autoría en su sección Pico de Fuego
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Pluma escritor


¿Cuánta calma hace falta para describir la ira? ¿Cómo se frena la furia en carencia en de alegría?


Educación y cariño, los que hayan sido sembrados, en la historia de tu vida. Sean cosecha propia o con suerte, costumbres adquiridas.


Echo de menos los días, en los que te admiraba y quería, pero a quién de verdad extraño, es a la mujer que lo sentía. Cambiaría la experiencia y aceptaría las pesquisas, con tal de vivir en paz, engañada en la teoría, de creer en sueños rotos, con fe, ideales y sentido de la justicia.


Excusamos con pasiones las actitudes machistas, sean en pajera, en labores o sin haberse visto en la vida. Actúo porque soy hombre y decido que es cosa mía, imponer mis condiciones si no baila en sintonía, con aquello que yo digo o que a mí me beneficia, incluso si no la entiendo… y va y tiene razón la chica… escucharla no está dentro, de mi concepto de hombría.


Hablan las supervivientes, no pueden ya las perdidas. Y en sus vivencias nos muestran, que es una lucha continua. Una carrera de fondo, que comienza desde niñas, anécdotas para ellos, o ´recuerdos´ de por vida…


Fue un día como cualquier otro, nada especial advertía, el escarmiento acordado a la hora de la salida. ¿Motivo? Redonda y resabidilla.


El que aguantaba las manos, pronto cedió en cobardía, fortuna que duro poco, al límite de sus fuerzas, trataba de quitarse aquella sudadera que la cabeza le envolvía. Parece que fue gracioso, hasta divertido diría, porque ver, no veía nada, lo confirmaban las risas. Como ya no respiraba, no sintió las embestidas. -Eso es lo que le hace falta, unas buenas sacudidas, a la vista de la gente, de pie, de día, vestida, pero que la sienta dura, a ver si así se espabila.Se ve que en el otro colegio eran más desentendidas. Por eso fue el elegido, ¡con él nadie se metía! 


Allí nadie estuvo nunca, hora punta a mediodía. Solo un coche que pasaba, gritó: -¡Dejen a la niña! Donde quiera que esté usted, que Dios bendiga su vida.


25N 2024, nueva era feminista…


Pues que quieres que te diga… no hace mucho, en la distancia, volvieron “a corregirla”. Esta vez fueron más listos, la edad se los permitía. Pobre ingenua farisea, compartimos vaselina.


En próximos capítulos:


La lujuria.

+. -Ven

*. -¿A dónde?

+. -A mí.

*. -Ay…


Continuará…


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PICO DE FUEGO

Pluma escritor
Nieves Yurena Rodríguez Brito
|04/07/25
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