​Capital 1. La pereza, por Nieves Yurena Rodríguez Brito

Manolo (DEP), lo puso con maestría en boca de dos doñitas canarias.

-Pues él no es malo… tiene esa cosita... -¡Esa cosita es… un pedazo de gandul!

De ahí no sales una vez entras.

Personajes con mimo, instalados en el no sé, no puedo, no quiero. Habiendo piñas de plátanos para cargar. ¡A vivir de ayudas y rentas! Tan toletes, que ni eso lo arreglan.La paguita. ´Malas risas… a mí no me deben nada, pero cooooñio, bien me molestan´.

La etiqueta es lapidaria, aunque tiene su gracia. ¡Gan-dul/a! Sale fácil, gutural que aterriza en dental, un ademán coqueto, un paso de baile risueño. 

Patrimonio canario; reivindico un monumento. Oda al gandulismo; lo veo, en cualquier rincón del casco-centro.

- ¿Qué hizo esta persona para ameritarlo?

-Nada.

-Me has convencido. ¡Quedará tremendo!

Mucha excusita y victimismo, pero no se pierde un viaje, una cena, un concierto, una fiesta, todo el día de estreno… 

Espera. No.

- Gandulismo es. Punto. ´Si yo sepo, vaiga si me lo guelo, a mi no me engaña naiden´.

Bamballa, mística, coña; dicho con cariño y lo sabe. Pudiendo estar en la vida de la gente, conmigo por ejemplo. Pues no, metida en su casa. Cuando te digo que es rara, rara, rara. A lo suyo, y por más que revuelvo, de lo que hace no me entero…

¿Habrá algún motivo por el que no me lo cuenta? ¡Salvaje!

¡ELLA APRENDE! Vaya si aprende. Jum. Yo la enseño.

En próximos capítulos:

La ira. ´…al límite de sus fuerzas, trataba de quitarse aquella sudadera que le envolvía por completo la cabeza´

Continuará…