​Jonathan Felipe propone la creación de un órgano coordinador que aborde y prevenga el abuso sexual a menores en el ámbito familiar

Hay que dar respuesta a esta realidad que es un problema social más que judicial, porque en muchas ocasiones “hay falta de pruebas, y se somete a presiones y genera frustración entre quiénes tienen la función de defender el interés superior jurídico del menor, los fiscales; y de juzgar, los jueces y magistrados”, explicó.

El escrúpulo emocional, el profundo rechazo “que nos genera este tipo de acciones, nos impide hablar de ello y estudiarlo con profundidad para buscar las herramientas necesarias para atender al menor, y articular mecanismos previos, que permitan prevenir ese abuso”, añadió Felipe.

En este sentido, el diputado palmero planteó los tres ejes sobre los que deberían pivotar las medidas: la escuela, la familia y la sociedad.Aprovechar los recursos de la educación afectiva y sexual, áreas en las que se pueden expresar sin tabúes y ni vergüenza sus sentimientos, teniendo en cuenta de que la manipulación del abusador es brutal para evitar ser delatado.

Por otra parte, se requiere formar, tanto a los formadores como a los profesionales de las instituciones judiciales para saber cómo hay que actuar ante un suceso de este tipo.Asimismo, crear programas telemáticos compatibles con la red de escuelas infantiles, instituciones y pediatras de los centros para conseguir una cooperación eficaz. Y, en los juzgados, es necesario contar con forenses especializados y protocolos a los que deban acogerse los equipos de menores cuando tengan conocimiento de un abuso. Todos estos recursos deben trabajar conjuntamente con un órgano coordinador “que prevenga y actúe”, concluyó Jonathan Felipe.