Sirven principalmente para evitar el uso de otras pruebas invasivas como la amniocentesis. Aunque ambos exámenes permiten descartar la presencia de anomalías genéticas en el feto, la amniocentesis implica una serie de riesgos importantes que incluso pueden derivar en la pérdida del embarazo.
Por su parte, las pruebas prenatales no invasivas no conllevan efectos secundarios asociados o consecuencias para la madre y su bebé, por lo tanto, son cada vez más solicitadas por quienes quieren descartar algún tipo de enfermedad precozmente.
Sobre este tipo de pruebas y sus ventajas hablaremos en este artículo.
La prueba prenatal no invasiva es un estudio genético que se hace entre las semanas 10 y 14 de embarazo con el objetivo de diagnosticar alteraciones cromosómicas en el feto. Para llevarla a cabo se le extrae a la madre una muestra de sangre que posteriormente será analizada.
Esta prueba se realiza de esta manera porque está comprobado que en el torrente sanguíneo de la progenitora circula información genética del embrión, lo que permite conseguir un resultado altamente confiable.
Las pruebas prenatales no invasivas permiten detectar las anomalías cromosómicas más comunes, como lo son la trisomía 21 o Síndrome de Down, la trisomía 18 o Síndrome de Edwards y la trisomía 13 o Síndrome de Pataú.
También existe una prueba prenatal no invasiva más ampliada que es capaz de permitir un análisis en el que se puede determinar si el feto presenta alguna pérdida genética. Este tipo de examen no solo permite detectar los síndromes nombrados anteriormente, sino que también detecta los Síndromes de Prader-Willi y Di George, que son trastornos genéticos que pueden afectar el desarrollo correcto del bebé.
Ambos test prenatales se tienen exactamente el mismo modo de realización y también permiten conocer el sexo del bebé con gran precisión.
Entre las ventajas asociadas a la aplicación de estas pruebas están los siguientes:
Ofrece mayor seguridad frente a los test prenatales invasivos
Son fiables
No pone en riesgo ni la salud ni la integridad física del feto
No es dolorosa no traumática
Los tipos de pruebas prenatales se determinan dependiendo de la cantidad de pares cromosómicos que es capaz de analizar. Mientras mayor sea este número, entonces la prueba puede diagnosticar más anomalías genéticas.
De acuerdo con lo dicho, hay pruebas que analizan 13 pares de cromosomas, mientras que hay otras que analizan los 23 pares de cromosomas, por lo que evidentemente permite un estudio más completo.
Las pruebas prenatales no invasiva ofrecen un porcentaje de confiabilidad superior al 99%, por lo que se puede decir que son totalmente fiables y seguras. La paciente podrá enterarse de los resultados en un plazo de máximo 14 días, después de haberse tomado la muestra de sangre.
Es importante tener en cuenta que las pruebas prenatales no invasivas no son pruebas diagnósticas, lo que quiere decir que sus resultados indican el tipo de riesgo que tiene un bebé de presentar alguna anomalía genética. Este rasgo puede ser bajo o alto, pero no concluyente.
En caso de que el resultado indique un alto riesgo de alteración cromosómica, el médico tratante solicitará a la paciente otros estudios genéticos, como por ejemplo la amniocentesis para confirmar el diagnóstico.
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