​Raquel Díaz propone un plan integral de salud mental para La Palma con refuerzo en colegios e institutos

La diputada regional del Partido Popular por La Palma, Raquel Díaz, solicitó en el Parlamento de Canarias el refuerzo de los servicios de salud mental en la Isla, ante la delicada situación que atraviesa la población tras la erupción del volcán de Tajogaite y otras emergencias recientes.

Díaz ha planteado propuestas concretas para dar respuesta a esta realidad, como la incorporación de personal sanitario especializado en salud mental en los centros educativos, recordando que “la responsabilidad del profesorado es educar y que aunque pueden colaborar con la prevención y la sensibilización, la evaluación psicológica del alumnado no puede ser competencia ni responsabilidad del personal docente”. 

En este sentido añadió que “cada vez es más frecuente que los profesores tengan que hacer frente a trastornos alimentarios, de la conducta, disociales, autolesiones, alteraciones o problemas de todo tipo que, en ocasiones, derivan en adicciones y arruinan la vida de quienes hoy son el futuro de La Palma y de Canarias” por lo que abogó por la creación de un equipo especializado que pueda intervenir en estos casos, teniendo puentes de colaboración con el tercer sector.

Además, la diputada autonómica solicitó la puesta en funcionamiento de los pisos tutelados para personas con trastornos mentales que no tienen otro recurso, así como la instalación de pictogramas en todos los centros de salud de la Isla y en el Hospital Universitario de La Palma para mejorar la atención de quienes sufren autismo, el refuerzo de los equipos de prevención del suicidio y de los programas de respiro para las familias y la mejora del servicio psicosocial domiciliaria “porque no podemos olvidar que reducen hasta el 60% de los ingresos de quienes sufren trastornos mentales”.

Durante su intervención, la diputada recordó a la consejera de Sanidad, Esther Monzón, que “las cicatrices del volcán van más allá del paisaje y afectan la salud emocional de los palmeros, especialmente en el Valle de Aridane”. Señaló que la salud mental se ha visto gravemente afectada en La Palma, especialmente entre los colectivos más vulnerables, como es el caso de las mujeres y los mayores, sin olvidar que se trata de un problema que también afecta a nuestros niños y jóvenes que han vivido una pandemia, un volcán y la falta de recursos estructurales”.

Raquel Díaz subrayó que La Palma está entre los territorios más deficitarios de Europa en número de psiquiatras y psicólogos especializados y que la demanda supera ampliamente la capacidad de respuesta actual con un aumento preocupante de adicciones, trastornos duales, incremento del riesgo de suicidio o sobremedicación. Una realidad que no se refleja con exactitud en las estadísticas ya que hay personas que ni siquiera acuden al sistema público por lo que no están ni diagnosticados ni tratados.

“La salud mental en La Palma tiene rostro de mujer, de niño, de adolescente, de mayor. Hay quienes a día de hoy siguen viviendo en caravanas, otros han perdido su hogar o su empleo y algunos no tienen dónde ni saben cómo pedir ayuda”, concluyó Díaz, apelando a la voluntad política para “seguir eliminando barreras, trabajar en estrecha colaboración con el resto de administraciones y entidades sociales y dotar a los profesionales de herramientas para hacer frente a la realidad actual que en materia de salud mental tiene la isla”.

Motivos por los que la parlamentaria popular insistió en que la salud mental debe mantener un papel protagonista y situarse en el centro de las políticas vinculadas a la reconstrucción de la isla a corto y medio plazo. Díaz agradeció el compromiso y la buena disposición de la consejería en la búsqueda de soluciones, así como las inversiones y las mejoras realizadas por el SCS en los programas prevención y optimización de recursos para la atención a la salud mental en La Palma y animó a seguir actuando con determinación en este sentido porque “este es el momento y, si hablamos de salud mental, todos sabemos que llegar tarde tiene un coste muy elevado para la salud y el bienestar de los palmeros”.