​El fin del trayecto directo entre La Palma y La Gomera: ¿falta de clientes o estrategia comercial?

El anuncio de la suspensión del trayecto directo entre La Palma y La Gomera por parte de las compañías marítimas generó descontento en su día entre los pasajeros habituales de esta ruta. Ahora, quienes deseen viajar entre ambas islas se enfrentan a escalas innecesariamente largas ( más de 5 horas de espera), lo que complica la movilidad interinsular y afecta a residentes, turistas y empresarios.

Desde la compañía, no ha habido una explicación clara sobre la causa de este cambio. ¿Se trata de una simple falta de demanda que no justifica la continuidad del trayecto directo? ¿O estamos ante una decisión estratégica que prioriza la rentabilidad sobre la comodidad de los usuarios?.

La conectividad entre islas es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social del archipiélago canario. Reducir opciones de transporte eficiente puede traducirse en menos oportunidades para los pequeños negocios, dificultades para quienes necesitan viajar por motivos personales o médicos, y una posible disminución del atractivo turístico de ambas islas.

Si la falta de clientes es el motivo principal, ¿se hicieron esfuerzos suficientes para promocionar esta ruta antes de cancelarla? Y si la decisión responde a otros intereses, ¿qué alternativas se están ofreciendo a los viajeros afectados?.

Las compañías navieras que operan en Canarias tienen la responsabilidad de garantizar un servicio accesible y eficiente. En este caso, la eliminación del trayecto directo deja muchas preguntas sin respuesta y una evidente sensación de malestar entre los pasajeros. ¿Veremos una reconsideración de esta medida en el futuro o estamos ante una tendencia que seguirá afectando la conectividad entre islas?