Capital 4. La gula, por Nieves Yurena Rodriguez Brito

Ser gordo es un sentimiento, un compromiso, una profesión.

Su trabajito que cuesta,

la constante genuflexión,

del sofá a la nevera

Hay que tener vocación

La zanja que queda abierta, 

en el medio de salón

Pensarán que se hace sola

Año a año ¡Con sudor!

No oirás en boca de orondo,

presente en una reunión:
-'Me le quitas langostino, cebolla, aire y sabor, no vaya a ser que eso engorde, y no hay pecado mayor'

Entregados en cuerpo y alma, 

al placer de la ingestión

Eso sí, solo los hombres, en mujeres es perdición

Puntal, troncudo, machote, trabado, vistoso, campeón…

Nadie juzga a Pavarotti, solo se escucha su voz

¿Y qué decir del cariño profesado a Don Pimpón?

La culpa la tienen las redes,

y los medios de comunicación

Dando hueco a cuerpos reales

¡Habrase visto tal perversión!

Massiel verá superado,

su éxito en Eurovisión

Este año en las campanadas, 

se canta La-La…

¡Din Don!