Muchos esperábamos con ansia el nuevo trabajo de George Clooney, no solo porque es una producción de Netflix o porque buena parte del metraje se rodó en La Palma, sino porque aspiramos a ver ese buen hacer como director al que nos acostumbró en sus primeras películas. Ya podemos anticipar que el producto final es bastante flojo, a pesar de ser un película bien dirigida y con un acabado impecable.
El principal problema es la falta de emotividad transmitida desde el guión y gran parte del reparto. Y lo que quiere ser un historia sosegada, pero con un hilo de esperanza final, termina siendo un trabajo rutinario y, en muchos momentos, tedioso.
Recapitulamos. La película, basada en la novela de Lily Brook-Dalton, nos coloca un mundo postapocalíptico donde Agustine (Clooney) es un científico solitario que intenta contactar con una serie de naves enviadas años antes al espacio con la esperanza de encontrar otro mundo habitable frente a los cataclismos que sufre La Tierra. ¿Es Agustine el único superviviente en el planeta? ¿Qué ha pasado con las naves que no contestan? Eso es superficial. Clooney nos pretende mostrar un día a día rutinario pero que no abandona hasta conseguir su propósito. Por ello apuesta por un ritmo pausado y medianamente elegante para ir contándonos esta catástrofe llena de tristeza. Finalmente contacta con una de las naves y lo que pretende convertirse en algo más que un película de ficción, termina derivando en una resolución previsible y carente de tensión.
Para muestra, la película tiene una escena que nos cuenta un paseo espacial destinado a la tragedia. Es imposible no recordar ‘Gravity’, de Alfonso Cuarón (y con el propio Clooney en el reparto ¿será un homenaje?) y se nota la diferente mano en ambos largometrajes. La sutilidad y maestría del mexicano es muy superior y hace que se noten más los defectos de ‘The Midnight Sky’.
En definitiva, George Clooney no consigue recuperar la frescura y genialidad que nos regaló con, especialmente, ‘Confesiones de una mente peligrosa’ o ‘Buenas noches, y buena suerte’ y que solo hemos podido ver a cuenta gotas en sus otros trabajos, sobre todo en ‘Los Idus de Marzo’ o ‘The Monuments Man’, películas aceptables pero menores.
Seguimos esperando que George Clooney encuentre la historia y recupere los modos de gran director que tiene porque, con ‘The Midnight Sky’ cumple, pero no enamora.Aún así, podemos disfrutar de los paisajes de la Isla Bonita, un lugar único para rodar y que ya hemos podido disfrutar en diferentes producciones de toda índole. Es un buen motivo para disfrutar de la película.
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