​Una jornada de Arqueoastronomía pone en valor la vinculación de Fuencalientecon el cielo y el patrimonio histórico.

La jornada, que fue inaugurada por la concejala de Promoción Turística del Ayuntamiento de Fuencaliente, Celia Santos, y la técnica del proyecto, Ana Castañeda, fue organizada por el consistorio fuencalentero y el Cabildo insular.

El objetivo de esta jornada, realizada en el entorno del Centro de Visitantes del Volcán deSan Antonio y del Roque Teneguía, fue dar aconocer la relación de las antiguas poblaciones de la isla, los awara, con el cosmos, además de realizar otras actividades vinculadas con la astronomía.

Esta actividad es una de las más destacadas en el programa de Astrofest, ya que aúna arqueología y astronomía, realizando una actividad en la que fue fundamental la interpretación de los grabados rupestres que se encuentran en el Roque de Teneguía.

Además, el dinamizador astronómico Antonio González ofreció una charla interpretativa acerca de los solsticios y equinoccios, con el ejemplo práctico en el marcador solsticial creado en el Mirador Astronómico del Centro de Visitantes del Volcán de San Antonio.

La actividad central de la noche estuvo dirigida por el investigador y prehistoriador, Miguel Martín González, que explicó el porqué de las orientaciones de los paneles que contienen más de 150 grabados petroglifos existentes en el Roque de Teneguía, los cuales se hacen aún más visibles en la noche con la iluminación artificial de las linternas.

Además, la música y los productos locales también fueron protagonistas de una noche única de puesta en valor del cielo y del patrimonio histórico de Fuencaliente.

Celia Santos agradece la participación de las personas asistentes, poniendo de relieve la apuesta que se hace desde el Ayuntamiento de Fuencaliente conservar el entorno natural y los espacios patrimoniales del municipio, así como seguir luchando en la conservación y protección de los espacios protegidos para el disfrute de todas las personas que se quieran acercar hasta ellos, como es el caso del Roque Teneguía.