Comienza por fin la temporada de baloncesto en La Palma.

El Cabildo Insular de La Palma, mediante su Consejería de Deportes, ha dado el golpe de timón necesario para desbloquear la temporada baloncestística en las categorías de base palmera que, por fin, arrancarán este próximo fin de semana. Ha sido un arduo y difícil camino en donde el Cabildo ha pasado de ser culpable a salvador de la situación. 

El ente insular estaba dispuesto, hace unos meses, a aceptar la propuesta de la Federación Insular de que todas las competiciones de Promoción Deportiva pasaran a ser federadas y salir así del paraguas cabildicio en estas competiciones. Eso sí, se pretendía que el Cabildo siguiera asumiendo los costes arbitrales y de los monitores, pretensión aceptada inicialmente por la entidad insular por sorprendente que parezca.

La Federación Insular cumplía así con el objetivo de contentar a la Federación Canaria y ambas obtendrían más ingresos y tendrían mayor número licencias federadas. Los Clubs al principio mostraron su descontento pero posteriormente varios estuvieron a favor del cambio pues no sólo jugarían con normativa federada sino que se abrían otras posibilidades como el ascenso casi ilimitado de jugadores de categoría, el cobro de cuotas, procesos selectivos en sus plantillas, fichajes de jugadores no escolarizados en la isla, cumplir la normativa canaria de jugadores de formación, etc. El Cabildo por su lado se quitaría de encima el comité de competición y molestias, muchas molestias, relacionadas con el mismo. Pero ¿qué ganaban los niños y niñas del baloncesto?.

Con este escenario de fondo, la temporada 2019-2020 no arrancaba. Algunos equipos jugaban amistosos, otros organizaban pequeños torneos, la Federación hizo un Torneo de Navidad infantil, pero no se despegaba. Los Clubs eran incapaces de tener la financiación necesaria para federar a todos sus jugadores y pagar otros gastos como arbitrajes, inscripciones, etc. Tenían claro que si el Cabildo no pagaba los arbitrajes era imposible arrancar. Incluso algunos se negaban a ello. Era como irse “a medias”.

Al final ante la parálisis que sufría el baloncesto, Consejero, Jefe de Servicios y Técnicos del Servicio de Deportes se ponen en su lugar -o más bien en el lugar de los niños- y tras algunas reuniones la temporada arrancará con una fórmula mixta. Competición federada en la cual habrá equipos que no lo estarán (algo que, por cierto, siempre ha ocurrido). Para resolver la problemática y acudir a los campeonatos regionales -parece que es lo único que preocupa a algunos- se realizarán clasificaciones en función si son federados o no los equipos participantes.

Lo preocupante de esta situación, que no deja contentos a todos, es que se trata de una fórmula transitoria para la temporada 2019-2020 -o al menos se afirmó tal cosa- para estos cuatro meses de competición. A finales de año se podría volver a vivir la situación polémica de que el baloncesto palmero sea únicamente federado y se puedan quedar fuera del mismo aquellos jugadores que no lo sean. Habrá que ver si ocurre tal situación.

Hasta entonces disfrutaremos del baloncesto base tras unos meses aciagos para la el deporte de la canasta palmero que se ha saldado con la destitución de la Directora Técnica y Coordinadora Deportiva de la Federación, la entrada de una nueva persona para ocupar la dirección deportiva con un talante y predisposición muy diferente a la anterior, la suspensión y cancelación de competiciones, la parálisis del inicio de una nueva temporada, una huelga arbitral, discusiones, enfrentamientos y divisiones entre clubs, desencuentros entre Clubs y la Federación, cambio de postura y actitud en la presidencia federativa, etc. 

Eso sí, parece que todos han aprendido de los errores que han dañado al baloncesto en los últimos meses y se intentará remar todos en la misma dirección. ¿Hasta cuándo? El tiempo lo dirá.