Santa Cruz de La Palma se prepara para celebrar la LXX edición de las Fiestas Lustrales y para ello ha rendido homenaje a la historia de la música y las obras que vinculadas con la Danza de Enanos, uno de los números más emblemáticos de la Bajada de la Virgen de las Nieves.
La concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, que coordina Alberto Perdomo, ha celebrado este miércoles, 18 de junio, en el teatro Circo de Marte, dos funciones de la propuesta “Un siglo de lustros: voces para anunciar la Bajada”, una propuesta protagonizada por la interpretación de la Banda Municipal de Música San Miguel y la peña de la Danza de Enanos.
Con la emoción a flor de piel ante las próximas fiestas, los músicos y cantantes de estas dos agrupaciones rindieron su particular homenaje a un siglo de historia ofreciendo una interpretación de un destacado repertorio de casi una decena de piezas de apologías y cantos creados a lo largo del siglo XX como antesala de la reconocida polca que acompaña a este número emblemático de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen.
El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Asier Antona, celebró el éxito de esta iniciativa impulsada por la concejalía de Cultura, subrayando “el valor artístico y patrimonial de estas composiciones, que forman parte de la memoria colectiva del municipio y que este concierto ha sabido rescatar con rigor y sensibilidad, en un ejercicio de documentación sonora imprescindible”.
Alberto Perdomo, por su parte, quiso señalar que este concierto “ha sido una oportunidad única para acercar a la población una parte esencial del legado musical de la Bajada, permitiendo comprender la importancia de estas obras, muchas veces eclipsadas por la popularidad de la polca, pero que forman parte fundamental de la emoción que envuelve este número”.
Buena parte de este acervo musical se ha conservado gracias al trabajo de recopilación y salvaguarda llevado a cabo por la Banda Municipal de Música San Miguel desde 1980 hasta la última edición celebrada en 2015. Una labor en la que fue fundamental la dedicación de quien fuese su director, Julio Hernández Gómez.
La esencia, la memoria y la emoción no tardaron en aflorar a lo largo de los sesenta minutos de actuación, cuya dirección musical del concierto corrió a cargo de Diego Arrocha, subdirector de la Banda Municipal de Música San Miguel, y de Fernando Martel, director musical de la Danza de Enanos, quienes pusieron en valor la importancia de redescubrir estas piezas y compartirlas con nuevas generaciones.
La puesta en escena, sobria y envolvente, se vio reforzada por la voz de Domingo Cabrera, maestro de ceremonias, acompañada en todo momento por los cantos afinados y la caracterización de los componentes de La Peña, ataviados con diferentes atuendos de bajadas anteriores.
Una noche que finalizó por todo lo alto y que, tal y como concluyó el conductor del acto, “la Bajada de la Virgen de las Nieves sigue siendo lo que siempre ha sido: un tesoro del palmero que se nutre de fervor y de ilusión contenidos en las alegres notas de una polca, que supone la mejor banda sonora que haya existido jamás para acompañar el controlado desorden de la danza del enano”.
Comentarios