El CD Atlético Paso y el entrenador Rafael P. Padilla han alcanzado un acuerdo para la rescisión del contrato que les unía hasta final de temporada. Esta decisión, que se suma a la inestabilidad que ha caracterizado al club durante toda la campaña, deja al equipo en una situación aún más comprometida, ocupando el último puesto de la clasificación y sin un rumbo claro.
La falta de un proyecto deportivo sólido ha llevado al club a una deriva alarmante. Con tres entrenadores en una misma temporada, la gestión de la dirección deportiva ha sido objeto de numerosas críticas por parte de la afición, que observa con indignación cómo el equipo se hunde en la tabla clasificatoria sin respuestas claras ni soluciones efectivas. A pesar de los constantes cambios en el banquillo, los resultados siguen siendo negativos, reflejo de una planificación errática y una falta de criterio en la toma de decisiones.
El CD Atlético Paso, un club con historia y con una afición entregada, se encuentra en su momento más delicado de los últimos años. La incertidumbre es total y las expectativas de revertir la situación se desvanecen con cada jornada que pasa. Mientras tanto, los seguidores del equipo exigen transparencia, autocrítica y una reestructuración urgente que permita devolver la ilusión y la competitividad a la entidad.
Desde el club, se agradece el trabajo y la profesionalidad de Rafael P. Padilla en su breve etapa al frente del equipo, y se le desea éxito en sus futuros desafíos. Sin embargo, la realidad es que su salida no es más que un capítulo más en una gestión deportiva que sigue sin ofrecer respuestas ni soluciones a la grave crisis institucional y deportiva que atraviesa el CD Atlético Paso.
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