El CD Mensajero empieza el año con goleada (4-1).

El Club Deportivo Mensajero logró el primer triunfo de la temporada 2023/24, después de vencer (4-1) al CD Guadalajara. Dos goles de Edu Salles, uno de Malick y otro de Misffut supusieron la remontada tras el gol de Morcillo. En siete días, el Carrillo será testigo del duelo ante la UD San Fernando.

El Depor empezó muy fuerte, inquietando a los locales a través de una presión agobiante. Pronto contó con las primeras aproximaciones a través de Nanclares y Santano, que remató alto de cabeza (7′). Por su parte, el Mensajero se basaba en un juego excesivamente directo; no le quedaba otra opción ante el planteamiento de su rival.

Y pese a haber dado un paso adelante, recibió el peor castigo. Morcillo, en boca de gol y después del rechace de la zaga mensajerista, hizo el 0-1… un jarro de agua fría para los de Yoni Oujo. No obstante, lejos de decaer, encontró el mejor mecanismo en el pundonor. Y fue así como Edu Salles, tras un disparo de Malick Diallo, instauró la igualada (1-1, 27′).

El gol fue el primer paso para desarticular al Guadalajara, que empezó a perder esos duelos individuales que habían supuesto el 1-0. La posición avanzada de Martínez y la aparición en primera línea de Misffut, clave para ir erosionando el entramado defensivo de los de Ónega.

Salles volvió a avisar con un disparo al larguero (37′). Esa fue la antesala al segundo tanto de los rojinegros, que llegó en las botas de un Malick que recogió su propio rechace para ponerle el broche a una bonita jugada (2-1, 44′).

En la segunda mitad, el Depor salió con el ‘cuchillo entre los dientes’ para intentar igualar la contienda. El Mensajero ya había dado cuenta de que sabía sufrir y, además, hacerlo sin encajar. Y llegó el 3-1, tras una apertura a banda y un balón filtrado a la espalda de la defensa que condujo Edu Salles hasta poder batir, en el mano a mano, a Vitolo (55′).

A partir de ahí ni los cambios efectuados por Gonzalo Ónega consiguieron frenar a un Mensajero que seguía siendo netamente superior en los duelos individuales. De ahí, al tanto de Misffut (83′), que aprovechó un rechace del portero ante un disparo de Pirri. El 4-1 causó el delirio y alivio en la parroquia local.