En el Siglo XXI las democracias han tenido retrocesos, por Leandro Rodríguez Linárez.

En las pasadas elecciones generales en España la esperanza retoñó, se celebra el retorno de la sindéresis a la política, pero ojo, es solo un atisbo de oxígeno, apenas comienza lo que debería se el cambio necesario. Sin embargo, el que la izquierda trasnochada - la expelida por el castrismo cubano, el inefable Putin y otros pares asiáticos - haya sido prácticamente exterminada de ese país, es un alivio.

La agenda 2030, el Nuevo Orden Mundial, el decrépito Biden, han empeorado lo que ya estaba malo, al parecer, el papel de la izquierda es desbaratar “lo poco” que la derecha hace, para luego abrirle paso nuevamente. Hemos sido reiterativos en cuanto al tema ideológico, mientras sean las ideologías las que enmarca la política la humanidad continuará dando un paso adelante y tres hacia atrás.

Por razones oscuras, se está jugando a la destrucción de Estados Unidos, un país que ha sido forjado por el horno de la inmigración positiva, tiene años siendo víctima de un proceso migratorio perverso, que ha elevado cifras negativas en cuanto a manutención, desempleo, inseguridad, violencia, etc. Lo que es aún más extraño es que el gobierno federal, liderado por la Casa Blanca y su inquilino, parece no importarle. No es casualidad que Trump vuelva a encabezar las encuetas, con él, el nuevo orden mundial estuvo bajo un muro de contención.

Bukele es otra esperanza mundial, ajeno a agendas globales, aunque socio de China, ha sabido como incorporar al gigante asiático en las relaciones económicas salvadoreñas. Es un fenómeno de la ciencia política, tras 3 años en el poder su popularidad ha escalado a niveles superiores al 80%, pero no solo dentro de su país, sino en el mundo, sencillamente porque se alejó de las ideologías y ha enfrentado las necesidades reales de su país. Ambicionamos que su cruzada de reelección tenga feliz término, sin excesos ni ilegalidades.

En el Siglo XXI las democracias han tenido retrocesos, occidente se ha visto amenazado en toda su construcción, sin embargo, hay indicios que, repetimos, la sindéresis retorne su caudal, que el oscurantismo, que intenta apagar las libertades que tanto le han costado consolidar a la humanidad, comience a retrotraerse. Lo que si parece ocurrirá en los próximos años será la muerte de la izquierda y, ojalá, la muerte de las ideologías políticas. En manos de los siguientes líderes está hacer valer la realidad, el pragmatismo.