Si Canarias desarrolla un proyecto en Guatemala llamado “PROGRESO ECONÓMICO Y SOCIAL PARA FAMILIAS INDÍGENAS, A TRAVÉS DE PARCELAS AGROPECUARIAS

Desde el pasado 02 de enero de 2020 y hasta el 31 de septiembre de 2020, la Asociación Canaria de Cooperación Solidaridad Internacional (SI Canarias), está desarrollando en Guatemala el proyecto llamado “PROGRESO ECONÓMICO Y SOCIAL PARA FAMILIAS INDÍGENAS, A TRAVÉS DE PARCELAS AGROPECUARIAS, FASE III”, financiado por el Gobierno de Canarias y con la colaboración de la Asociación Manos Unidas, como socio local y organización responsable en el país de ejecución.

El desarrollo del mismo se encuentra en las comunidades de Nanqultak, Pett, Tzeltaj y Paxquil en el municipio de Santa Eulalila donde se están viendo beneficiadas 150 familias indígenas con un promedio de 1.200 personas. Se trata de familias que sobreviven, principalmente, de la agricultura como única fuente de ingresos o bien dineraria o bien en especies. Son cunas que viven en una situación de pobreza, muchas de ellas, extrema, las cuales no tienen cobertura de proyectos sociales por parte del Gobierno de ese país latinoamericano.

La única ayuda del Gobierno Central de Guatemala, en estas cuatro comunidades, es la atención de servicios básicos de salud proporcionada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

El objetivo principal es contribuir al desarrollo económico y social de esas familias, a través del establecimiento de parcelas agropecuarias, para mejorar la situación de seguridad alimentaria y nutricional, incorporando carne de pollo, huevos y hortalizas orgánicas, lo que genera recursos económicos, oportunidades de formación y autoempleo, empoderamiento a las mujeres y responsables, con el fin final de mejorar la calidad de vida de todos los núcleos familiares receptores. Un dato muy importante es que, el índice de desnutrición crónica de la niñez menor de cinco años del municipio es del 74%, a través del proyecto se garantiza el acceso y la disponibilidad de alimentos para mejorar la nutrición de todos esos y esas infantes.

Desde el primer momento se ha contado con el apoyo de las autoridades locales, principalmente integrantes del Comité Comunitario de Desarrollo (COCODE). Las beneficiarias directas son las mujeres de esas familias, son ellas las que aprenderán todo lo necesario para llegar a ser autodependientes. 

Todas están trabajando con entusiasmo, expresan que, “nunca antes habían tenido un proyecto como el que actualmente se está desarrollando en su comunidad, eso hace que estén muy comprometidas, aprovechando al máximo la gran oportunidad que les han brindado, dándoles la opción de poder tener un trabajo digno”.

La base del proyecto consiste en la formación en técnicas de agricultura ecológica autosostenible, a 15 promotoras rurales que, a su vez, transmiten esa formación a las beneficiarias. Esas promotoras fueron seleccionadas por las propias beneficiarias, quienes propusieron a las mujeres que consideraron más capaces de realizar el trabajo, debido a su colaboración, responsabilidad y sus conocimientos en  escritura y lectura. 

Dicho proyecto cuenta con un técnico agrónomo de campo, el cual imparte todas las formaciones a las promotoras para que, luego, ellas las transmitan al resto. Todas las familias ya disponen de su terreno para el establecimiento de la parcela, además se les han suministrado diferentes productos; cal para la desinfectación del suelo, pilones de hierbamora, semilla de lombriz coqueta roja, los insumos para la elaboración de abono bukasi…. A lo largo de estos meses se han realizado varias capacitaciones en los dos niveles.

La formación propicia que cada familia sea capaz de desarrollar por sí sola la práctica en su huerto, creando así competencias locales de autonomía y protagonismo de la población. Además, siempre va a existir una supervisión constante del perito agrónomo y de la coordinadora del proyecto para garantizar que se tenga una buena producción.

Este proyecto, como muchos a lo largo del mundo, se ha visto afectado por la crisis sanitaria de la COVID-19, el pasado 18 de marzo se tuvieron que suspender todas las actividades debido a mandato del Presidente de la República de Guatemala para la prevención y no expansión de la enfermedad en ese país. Con fecha actual, en este país la situación se complica cada día más, los casos se elevan considerablemente a pesar de las restricciones, continúan con medidas de confinamiento e, incluso, es obligatorio la realización de un toque de queda desde el sábado a las 2.00 pm al lunes 5.00 pm. Un dato esperanzador es que en Santa Eulalia, municipio donde se desarrolla este proyecto, es uno de los pocos lugares del Departamento que está libre de Covid-19, lo que ha permitido que el equipo de trabajo continúe con las actividades del proyecto.

Por lo que, actualmente, las promotoras junto con el perito agrónomo y con el control y organización de la coordinadora, continúan supervisando a las beneficiarias en cada comunidad, con el propósito de cuidar el cultivo que ya se tenía; la hierbamora y los abonos bukash y lombricompost. Pero no sólo eso, ya que antes de la fecha del confinamiento se compró la semilla de la papa, por lo que para que la misma no se desperdiciara, el equipo técnico citado, trabajó y trabaja en su cultivo. 

Las siembras de los cultivos siguen programadas según la época de la misma, se sigue trabajando en el cultivo de diferentes verduras y hortalizas. Para agosto está programada la entrega de 7 gallinas ponedoras a cada familia y se les va a enseñar todo lo relacionado con sus cuidados.

Además, se están realizando diferentes formaciones a todas las beneficiarias en temas de salud, emprendeduría, género, autoestima y las capacitaciones necesarias restantes en temas agrícolas para la supervivencia de sus cultivos, a pesar, delparón por las restricciones, el equipo técnico hace unas semanas pudo reactivar estas acciones.Las capacitaciones se imparten en las parcelas directamente, para que las señoras aprendan viendo y practicando.