​El Ayuntamiento reconoce la figura del Lcdo. Anselmo Pérez de Brito, abogado en la causa contra los Regidores Perpetuos.

El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha homenajeado al Lcdo. Anselmo Pérez de Brito, primer Diputado del Común de la Isla por elección popular, en un acto institucional celebrado en el Teatro Chico, coincidiendo con el 249 aniversario de su fallecimiento, el 14 de mayo de 1772.

Tras el acto, el alcalde de Santa Cruz de La Palma, Juan José Cabrera, el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos Expósito, y el diputado del Común, Rafael Yanes, han descubierto una placa en el número 1 de la calle O’Daly, sede del primer Juzgado de Indias en Canarias y donde residió gran parte de su vida.

Con la celebración de estos actos, la Corporación, por unanimidad de todos los grupos políticos, quiere rendir tributo a uno de los palmeros más ilustres, cuya trayectoria tuvo gran trascendencia en la vida político - administrativa de la isla, consiguiendo que el pueblo tomase conciencia de sus derechos y propiciando una nueva etapa en el país que derivó en la convocatoria de las primeras elecciones “democráticas” de España.

Asimismo, el Consistorio ha aprovechado la ocasión para pedir al Parlamento de Canarias que declare el 14 de mayo Día de la Diputación del Común.Tras el acto, la soprano Magdalena Padilla y el vihuela, guitarra barroca y tiorba Carlos Oramas interpretaron varios temas que recorren parcialmente la historia de la música en Canarias desde el siglo XVI hasta el XIX.

Anselmo Pérez de Brito, nacido en la villa de Garafía el 21 de abril de 1728, es uno de los personajes más importantes de la historia de La Palma. En 1766 fue elegido Diputado del Común, cargo en el que fue muy crítico con los abusos cometidos por los capitulares que constituían el antiguo Consejo de La Palma, lo que produjo su encarcelamiento y posterior muerte en 1772.

Junto a Dionisio O`Daly, consiguió abolir el gobierno de los regidores perpetuos en La Palma, que fueron depuestos de sus cargos, y por la que se instituía el nombramiento de los miembros de la Corporación por sufragio censitario y con periodicidad bienal. Gracias a su defensa, Santa Cruz de La Palma se convirtió en el primer Ayuntamiento de elección popular en toda España.