Cine y Periodismo...Por Angharad Morgan

En estos tiempos estamos hartos de oír hablar de las fake news, bulos y medias verdades a través de redes sociales, medios o gobiernos de turno. Para algunos puede ser un fenómeno nuevo, pero siempre ha ido intrínseco al mundo del periodismo y del periodista. Mucha ‘prensa seria’ ha querido separarse del sensacionalismo llamándolo ‘prensa amarilla’, como si fueran mundo diferentes, cuando la realidad es que los periodistas, salvo excepciones, solo responden antes los índices de audiencia, sus líneas editoriales (eufemismo que se refiere a ‘hacerle la pelota al político, partido o ideología que más me convenga) o a sus propios egos. Y todo esto antes de la existencia de twitter, que lo único que ha hecho es dar altavoz a lo que ya existía: el ansia de manipular la opinión pública.

Desde el inicio, el cine quiso retratar este mundo, destacando valores en algunos casos o mostrando la falta de escrúpulos del mismo. Algunas veces de manera más tangencial y otras entrando en las entrañas del periodismo. Podríamos poner decenas de ejemplos, desde ‘Meet John Doe’, la propia ‘Ciudadano Kane’ o la inquietante ‘Network’, pero me he quedado con 4 bastante, creo yo, representativas.

‘La Cortina de Humo’ (1997). Quizá no sea una gran película, bastante irregular en muchos aspectos pero que plantea algo que está muy de actualidad: ¿qué hacer para tapar una noticia perjudicial para nuestros intereses, en este caso, el presidente de los EEUU? Para ello, el asesor presidencial y un productor televisivo (Robert de Niro y Dustin Hofman) se alían para inventarse (sí, inventarse) una guerra televisada para tapar un escándalo sexual del presidente (EEUU declarando la guerra a Albania). A pesar de que muchas veces cae en lo exagerado, muestra con claridad como los medios se prestan al servicio del poder sin importar la verdad, luchando por hacer buena la frase de Göbbles “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, diferenciando claramente entre buenos y malos y el “estás conmigo o contra mí” (tan actual en este siglo XXI). Para muestra una frase del personaje de De Niro: “¿Qué más da que sea verdad? Es una noticia explosiva.

‘Luna Nueva’ (1940). Es cierto que es un remake de una película del 1931 y que Billy Wilder la volvería a versionar con maestría en 1974, pero quiero quedarme con esta versión de Howard Hawks, un director que, a veces, no se le estima lo que se debiera. La historia es sencilla: un editor de un periódico (Cary Grant) ante la pérdida de su reportera estrella (Rosalind Russell), le pide, como último trabajo, que cubra la ejecución de un reo. La película es extraordinariamente divertida, pero tras ese trasfondo, en la sala de los periodistas que cubren la ejecución, lugar donde transcurre la mayor parte de la trama, se muestra la cara más asquerosa del periodismo: el desdén por la verdad, el desprecio de la vida humana y la lucha por el titular más sensacionalista, pisoteando a los compañeros si fuera necesario. Una de mis comedias favoritas. Y si no pueden ver esta, busquen ‘Primera Plana’ de Wilder que es magnífica también.

‘El Gran Carnaval’ (1951). Billy Wilder ya le había dedicado una película al mundo del periodismo en los cincuenta, contando con Kirk Douglas como protagonista. Probablemente sea de las mejores películas de Wilder aunque quizá no la más conocida. El periodista encarnado por Douglas llega a un pueblo a cubrir una noticia cuando, al mismo tiempo, un derrumbe deja atrapado a un lugareño. Douglas se da cuenta que el rescate puede ser noticia a nivel nacional y utiliza todas las artimañas a su alcance para que el rescate se demore en el tiempo, e implica al sheriff y a la esposa del afectado, mientras puede entrevistar al atrapado, a la vez que cada vez llegan más curiosos, turistas y medios. Un retrato excelente del periodista sin escrúpulos que antepone su ego y su carrera a todo, jugando con la vida de los demás sin importar las consecuencias. Obra maestra. Como curiosidad, Alex de La Iglesia hizo una especia de remake en 2011 con José Mota que llamó ‘La Chispa de la Vida’.

Termino con ‘Perdida’ (2014). Película de David Fincher que, si bien no trata del mundo del periodismo, si podemos ver un retrato muy crudo del mismo de una manera tangencial. Esta película de suspense aborda la desaparición de una mujer (excepcional Rosamund Pike) en la víspera de la celebración de su aniversario. Automáticamente, su esposo (Ben Affleck) pasa a ser sospechoso de su desaparición y asesinato, a pesar de la inexistencia de pruebas. En este momento vemos como algunos programas de televisión ya condenan al marido de antemano (algo que vemos con frecuencia en los medios: la eliminación de la presunción de inocencia) y, sin escrúpulos, no tienen reparos en intentar destruir la vida de un hombre. Si bien, no es la trama principal, podemos ver, una vez más, el desprecio periodístico a la verdad, mientras vemos avanzar la historia de la esposa que ha huido, perfectamente contada por David Fincher. De mis películas favoritas de este director.

Sé que la selección podía a ver sido más completa, podría haber elegido películas que intentan poner de manifiesto las bondades y la honorabilidad del periodismo como en ‘Todos los hombres del presidente’ o ‘Buenas noches y buena suerte’, pero creo que ese periodismo quedó atrás y está supeditado a otros intereses espurios. Y si no me crees, solo enciende la tele.

Angharad Morgan