Angharad Morgan nos habla de Onward y el adiós de las secuelas de Pixar.

Hace un tiempo, Pixar nos decía que abandonaba las secuelas (veremos si para siempre) para centrarse en títulos originales y este 2020 nos da doble ración: La ya estrenada ‘Onward’ y en unos meses ‘Soul’. Y, como era de esperar, la primera de ellas ha ido directamente al número uno de taquilla, justo antes de que la pandemia del coronavirus nos atacara y paralizara nuestras rutinas.Con ‘Onward’, el estudio de Luxo nos ha vuelto a regalar un prodigio técnico a la altura de sus mejores producciones y ha darnos una historia adulta que los niños no se deben perder. 

Es cierto que esta película ni se arriesga y tampoco está a la altura de la grandes obras maestras del estudio como la saga ‘Toy Story’, ‘Buscando a Nemo’, ‘Wall-E’, ‘Up’ o la impresionante ‘Inside Out’. También es cierto que, aún teniendo similitudes e influencias, no llega a la emotividad de ‘Coco’, pero ni falta que hace. Han sido capaces de realizar una Road Movie en un poblado de seres fantásticos que han dado la espalda a la magia (solo ellos serían capaces de plantear algo así). Y, a diferencia de otras Road Movies, nunca es una película caótica ni nada está dejado al azar.

Y una vez más, Pixar vuelve a tratar temas como la muerte pero, sobre todo, lo que significa la ausencia en varios aspectos, desde un mundo poblado por elfos, hadas y trolls con la magia ausente, hasta la falta de un ser querido como es un padre y, más sutilmente, la ausencia de relaciones sinceras entre madres, hijos y hermanos. En este contexto, destaca el personaje de Barley (Chris Pratt en la versión original), hermano mayor del ¿protagonista? Ian (Tom Holland en V.O.), y que es el verdadero motor de la historia. Dos hermanos diametralmente distintos: El primero impulsivo e idealista y el segundo reservado y realista. ¿Nos suena? Don Quijote y Sancho, Marlin y Dory, Woody y Buzz... Y a bordo de una furgoneta en ruinas somos testigos de como uno se convierte en el otro y el otro en el uno hasta una revelación final (no voy a hacer spoilers) que, si bien no nos hace derramar una lágrima, nos puede formar un pequeño nudo en la garganta.

Todo ello, sin olvidar momentos realmente divertidos (me encanta la parte de las hadas en la gasolinera) y un ritmo que hace que se nos pasen volando los 103 minutos de duración gracias al buen hacer de su director Dan Scanlon, que sube su nivel respecto a su anterior trabajo ‘Monsters University’, regado con una banda sonora muy solvente, aunque quizá lejos de los mejores trabajos de Pixar.

En resumen, ‘Onward’ es una buena película, un nuevo producto notable de Pixar que nos hará disfrutar a toda la familia de entretenimiento inteligente y buen cine y todos los fans del estudio estamos esperando con ansia, si todo sale bien, el próximo estreno de ‘Soul’ el mes de junio.