Los arcos y pasillos del Corpus volverán a florecer por Gorety Pérez Corujo.

Tampoco este año podremos celebrar la fiesta cómo estamos acostumbrados. La responsabilidad nos ha llevado de nuevo a tomar una decisión para nada fácil, pero que con coherencia y, sobre todo, con la motivación de proteger la salud de quienes año tras año hacen más grande la Fiesta del Corpus, debemos cumplir, con la esperanza de que nuestros actos y pasillos volverán a florecer en Villa de Mazo.

Las circunstancias y la responsabilidad cívica y moral hacen que este 2021 no podamos vivir una celebración que, como saben, ha sido declarada de Interés Turístico Nacional y ha llevado el nombre de nuestro municipio más allá de Canarias. Ahora la prioridad es la salud, la propia vida de las personas y recuperar la normalidad, algo que llevará su tiempo y, más aún, si se trata de eventos multitudinarios, pero eso es algo de lo que en Villa de Mazo conocemos, siendo un ejemplo de superación, civismo y, ahora también, de unión ante la adversidad. Y aunque duela en el corazón, el hecho de no poder celebrar por segundo año consecutivo nuestras fiestas por excelencia, es una realidad que sabremos transformar en esperanza, ilusión y compromiso renovado.

En el sentimiento de nuestra gente está arraigada esta celebración como seña de identidad y la historia del municipio, en el que el buen gusto por las cosas bien hechas se convierte en el protagonista de los arcos que se levantan hacia el cielo y los pasillos que marcan el camino.Debemos seguir mirando hacia adelante, con el compromiso de mantener nuestra tradición, conservando su esencia y elementos, y protegiendo el legado que tenemos que dejar para generaciones venideras, y para que nuestros hijos y nuestras hijas reciban las mismas enseñanzas que nosotros recibimos de generaciones anteriores.

Dentro de los condicionantes actuales, desde el Ayuntamiento también hemos preparado algunos actos que, con estrictas medidas de seguridad sanitaria, pretenden homenajear a nuestra gente. Evidentemente, no será igual que antes de la pandemia, pero no deja de ser una oportunidad de mantener viva nuestra tradición y de vivir un año más el sentimiento colectivo que une a todos los macenses alrededor de esta festividad.

Estoy segura de que nuestras calzadas volverán a engalanarse.